El mundo tal como lo conocemos está cambiando. La temperatura global está aumentando. Los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones y sequías, son cada vez más frecuentes. Pero nuestra comunidad global ya no se queda de brazos cruzados. Movimientos como Fridays for Future o Extinction Rebellion se manifiestan en las calles del mundo occidental por una protección climática justa.
Los pedidos de menos consumo de carne y viajes aéreos también son cada vez más fuertes. Los políticos están tratando de hacer algo sobre el cambio climático. El comercio internacional de créditos climáticos se discute e implementa en conferencias sobre el clima.
Cuando se trata de la protección del clima, nuestro país se está enfocando en la eliminación gradual del carbón y el petróleo y en las energías renovables: la transición energética. En 2018, casi el 40 por ciento de la electricidad se generó a partir de fuentes renovables. Según el gobierno, la participación de las energías renovables en el consumo bruto de electricidad aumentará al 65 por ciento para 2030.
Generar energía sostenible con un sistema solar: ¡así es como funciona!
¿Te gustaría hacer tu contribución a un mundo sostenible y climáticamente neutral? Entonces deberías pensar en convertir tus cuatro paredes a energía solar con la ayuda de un sistema solar. Porque la energía solar está libre de emisiones de CO2 y por lo tanto es respetuosa con el medio ambiente. De esta manera puedes contribuir activamente a la transición energética.
Te mostraremos qué sistema te conviene, cómo puedes beneficiarte de un sistema solar y cómo puedes hacer algo bueno por el clima al mismo tiempo.
Beneficios de la energía solar
La ventaja de un sistema solar es que su fuente, el sol, proporciona energía prácticamente ilimitada. La radiación solar en nuestro planeta es suficiente para generar energía solar durante muchos millones de años.
Pero, ¿cómo podemos utilizar esta energía en nuestro planeta para generar electricidad? Un sistema solar se puede utilizar para convertir la radiación solar en electricidad o calor. Sin embargo, para poder entender la función exacta de un sistema solar, primero debemos tratar con la terminología.
Ya hay diferencias aquí. «Sistema solar» es solo el término genérico para los diferentes sistemas.
En general, existen dos tipos de sistemas solares:
- El sistema solar fotovoltaico(photovoltaic system; PV system)
- El sistema solar térmico (solar thermal system)
Diferencia entre un sistema solar térmico y un sistema fotovoltaico
Ambos sistemas se utilizan principalmente en hogares privados.
El sistema solar térmico convierte la radiación solar en energía térmica.
Un fluido solar circula en un circuito en los paneles solares del techo. Esta es una mezcla de agua y anticongelante. Los llamados colectores calientan este líquido a través de la radiación solar. Luego, el líquido transfiere su calor a un acumulador de calor, donde el agua calentada puede tomarse directamente o almacenarse.
Sistema solar térmico
Sistema fotovoltaico
El precio de un sistema solar térmico ronda los 1.500 euros para un hogar de cuatro personas. Este precio se compone del tamaño del área del colector. Esto equivale a alrededor de 1 a 1,5 metros cuadrados por persona a un precio de metro cuadrado de 300 euros. El tamaño de almacenamiento requerido es de aproximadamente 50 a 80 litros por persona.
Los sistemas fotovoltaicos se entienden generalmente como “sistemas solares”. A diferencia de los sistemas solares térmicos, consisten en paneles solares que convierten la energía solar en energía eléctrica. Y eso sin pasos intermedios.
La gran ventaja de un sistema fotovoltaico es que puede generar electricidad por sí mismo y alimentar la electricidad generada a la red. Puedes recibir dinero del estado para esto, la llamada tarifa de alimentación. Este dinero se puede utilizar para refinanciar el sistema solar: energía solar gratis, ¡eso suena prometedor!
El rango de precios de un sistema fotovoltaico es algo más amplio que el de la energía solar térmica. El coste de un sistema de este tipo oscilaba entre los 4.000 y los 14.000 euros en 2019, un sistema medio cuesta unos 8.000 euros.
Así que la gran diferencia entre los dos sistemas es:
- Los sistemas fotovoltaicos producen energía eléctrica.
- Los sistemas solares térmicos generan energía térmica.
Ambos sistemas tienen la ventaja común de que la producción de energía del sol no consume ningún recurso fósil y, por lo tanto, es sostenible. Además, eres independiente de las grandes compañías energéticas gracias a un sistema solar.