Reduce tu huella de carbono con energía solar

Reduce tu huella de carbono con energía solar

Un sistema fotovoltaico en el techo de tu propia casa no solo vale la pena para los consumidores en términos financieros, sino que también tiene un efecto positivo en el medio ambiente. Descubre a continuación qué hay detrás y cómo puedes reducir tu huella de CO2 con la energía fotovoltaica.

Reducir la huella de CO2 gracias a la fotovoltaica

En los últimos doscientos años, las emisiones de dióxido de carbono han aumentado extremadamente rápido en todo el mundo. Este desarrollo se debe principalmente a la industrialización, la creciente demanda de electricidad y la consiguiente quema de combustibles fósiles. Para 2050, la demanda de energía aumentará aún más, en un factor de 1,5 a 3. Como resultado, esto conduce a una tendencia continuamente creciente en las emisiones de dióxido de carbono. Dado que el aumento de las emisiones de carbono se ha convertido en un problema global, se requiere la mitigación de la huella de carbono en todas las áreas.

Cada vez más hogares privados están buscando formas de reducir su huella de carbono. Los sistemas fotovoltaicos se encuentran entre las energías renovables que convierten la energía luminosa emitida por el sol en energía eléctrica mediante células solares. La electricidad generada alimenta a la propia red eléctrica de la empresa y luego está disponible para su uso gratuito. Esto prescinde por completo del uso de combustibles fósiles para la producción de electricidad. Por lo tanto, la generación de energía mediante sistemas fotovoltaicos no libera CO2 dañino para el clima.

¿Cuánto contribuyen los sistemas fotovoltaicos a la protección del clima?

Según diferentes investigaciones, por ejemplo, la fotovoltaica con una potencia instalada de unos 15 kW (lo que corresponde aproximadamente a un sistema en una vivienda unifamiliar) evita unas 9 t de CO2 al año. En conclusión, ¡el consumo de CO2 se puede reducir en un 25% por año en un hogar de cuatro personas! Una empresa mediana con un sistema de energía solar correspondientemente grande genera tanta energía solar que puede ahorrar alrededor de 100-180 t de emisiones de CO2 por año. Convertido a kilovatio hora, 1 kW de energía solar evita alrededor de 614 g de dióxido de carbono.

Huella de CO2 en la fabricación de sistemas fotovoltaicos

Sin embargo, surge la pregunta, no del todo injustificada, sobre la compleja producción y disposición de un sistema fotovoltaico. Ambos procesos no pueden prescindir de la emisión de emisiones. Entonces, ¿cómo puede reducir su propia huella de CO2 si es responsable de las emisiones de CO2 en el camino?

En la producción de sistemas fotovoltaicos, las emisiones liberadas corresponden a alrededor de 50 g de CO2 por kilovatio hora de energía solar producida. Dado que la producción de módulos para sistemas de energía solar se ha subcontratado a China, los valores de emisión han aumentado ligeramente en los últimos años porque la electricidad de China consiste en gran parte en energía alimentada con carbón. Pero China también ya está invirtiendo en energías renovables, lo que en consecuencia también tendrá un efecto positivo en el balance eléctrico de China. Además, gracias a las innovaciones técnicas, en el futuro se utilizará menos material para la producción de módulos, por lo que la eficiencia en la producción de sistemas fotovoltaicos seguirá aumentando.

A diferencia de otras variantes de generación de energía, como las centrales eléctricas de hulla, lignito o gas natural, las emisiones de CO2 asociadas a los sistemas fotovoltaicos son muy bajas. Las centrales eléctricas alimentadas con lignito emiten 1075 g de dióxido de carbono por kilovatio hora, seguidas de las centrales eléctricas alimentadas con hulla con alrededor de 830 g de CO2 por kilovatio hora. Las emisiones de las centrales eléctricas de gas natural son las más bajas con 500 g de CO2 por kWh. Sin embargo, aquí se produce unas diez veces más CO2 que en la producción de sistemas fotovoltaicos. Solo la generación de electricidad con energía eólica e hidráulica, con 18 y 23 g de CO2 por kWh respectivamente, tiene emisiones de CO2 incluso más bajas que un sistema solar.

Así de sostenible es el descarte de sistemas fotovoltaicos

En cuanto a la eliminación, aunque los módulos solares pueden presentar riesgos ambientales, estos pueden evitarse si los módulos se eliminan correctamente de acuerdo con la Directiva WEEE-EU. Más del 90% de las materias primas utilizadas en los sistemas solares ahora se pueden reciclar. Los demás contaminantes también se pueden eliminar sin dañar el medio ambiente. Para garantizar la eliminación controlada de los sistemas fotovoltaicos, esto es gratuito. De esta manera, los consumidores pueden reducir fácilmente su huella de carbono.

¿Cuál es el rendimiento del sistema?

Además de las condiciones de producción y eliminación, el rendimiento del sistema también juega un papel importante en la decisión de un sistema fotovoltaico. Esto depende, entre otras cosas, de la ubicación del sistema. Por ejemplo, en el sur Alemania se generan alrededor de 1300 kWh por metro cuadrado, mientras que un sistema en el norte de Alemania “solo” tiene 1100 kWh. No obstante, cada kilovatio hora de electricidad generada por fotovoltaica tiene un efecto positivo en la huella de CO2.

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